Cómo la inteligencia artificial se abre paso en el corazón de la industria del automóvil
En los tiempos que corren, es imposible prescindir de lo digital y de las nuevas tecnologías. El sector del automóvil lo ha entendido y ha comenzado, desde hace ya varios años, a utilizar y desarrollar la Inteligencia Artificial en esta industria. Así, los mayores fabricantes, como Tesla, se esfuerzan por crear vehículos cada vez más autónomos y seguros para facilitar al máximo la experiencia en la carretera.
Inteligencia artificial para la seguridad vial
En la industria del automóvil, la Inteligencia Artificial está haciendo que los coches sean cada vez más eficientes y autónomos. El objetivo a largo (o incluso a medio) plazo: tener coches sin conductor y limitar considerablemente el riesgo de accidentes mortales. ¿Pura fantasía? No tanto.
Potente tecnología para una conducción inteligente
La Inteligencia Artificial aún no es capaz de prescindir totalmente del volante, pero sí de ofrecer una asistencia a la conducción de calidad. Para ello, los coches conectados cuentan ya con radares, cámaras, lidares (detección láser) y sensores ultrasónicos. Estos dispositivos garantizan la protección del conductor al detectar un posible peligro mucho más rápido que el ojo humano. Si es necesario, la IA será capaz de activar un sistema de frenado de emergencia, así como una tensión máxima del cinturón de seguridad en caso de colisión.
Este procesamiento de datos y la velocidad de ejecución son posibles gracias a los potentes procesadores, que funcionan con mucha más eficacia que un cerebro humano, lo que proporciona un sistema de conducción automatizada mucho más seguro.
Detección 2.0 a través de la Inteligencia Artificial
Para ir aún más lejos en la optimización de la seguridad de los automovilistas, la Inteligencia Artificial de a bordo proporciona una visión de 360° del entorno del vehículo. Detección de peatones, líneas blancas, animales y objetos, ¡nada escapa a la vigilancia de esta entidad digital! Pero esta detección 2.0 no se queda ahí. Algunos vehículos son ahora capaces de vigilar los ángulos muertos y el tráfico cruzado, así como de leer las señales de tráfico. La Inteligencia Artificial también puede gestionar el control de crucero adaptativo con distancia de seguridad, mantener el vehículo en el carril, proporcionar asistencia durante las maniobras y ajustar automáticamente los faros en función de la posición del volante y las condiciones de luz.
Proteger mejor a los usuarios
El uso de la inteligencia artificial en los vehículos también va más allá del aspecto puramente técnico. Gracias a una cámara de a bordo, es capaz de analizar los movimientos, la posición y los ojos del conductor, para emitir una señal sonora cuando sea necesario para llamarle al orden.
En caso de malestar, y sin respuesta por parte del conductor, esta tecnología puede incluso tomar el control del coche para activar las luces de emergencia, desplazarlo a un lado de la carretera y activar el frenado de emergencia para evitar una posible colisión con el vehículo de delante.
Un vehículo conectado para optimizar los mandos a distancia
Tarjetas Sim, wifi, ¡el vehículo del mañana pasa a estar tan equipado como un smartphone! Estos coches conectados disponen de una nube gestionada por la Inteligencia Artificial y pueden ser controlados a distancia por el conductor.
Las actualizaciones también se realizan de forma automática, para que el usuario pueda beneficiarse de un coche que siempre está al máximo de sus prestaciones.
Las conexiones 4G y próximamente 5G permiten a los vehículos autodiagnosticar e identificar ciertas averías que incluso pueden ser reparadas a distancia cuando se trata de un problema electrónico.
Tchek desarrolla el servicio del mañana
Por lo tanto, la innovación en el sector del automóvil no se encuentra en su primer intento, sino que es crucial para poder adaptarse y anclarse en esta dinámica de eficiencia y seguridad que ofrece la Inteligencia Artificial.
Si bien hoy en día los controles mecánicos y electrónicos pueden ser llevados a cabo por el propio vehículo, no puede decirse lo mismo del exterior del mismo, especialmente de la carrocería. Pero aquí también la tecnología y la inteligencia artificial pueden ayudar, porque para Tchek, el coche del futuro también debe rimar con un servicio automatizado.
Desarrollar la industria del automóvil significa también facilitar el trabajo de las empresas de renting y carsharing desarrollando la automatización de las tareas que más tiempo consumen, como la inspección al principio o al final del préstamo. En la era del leasing y el carsharing, nuestras soluciones simplifican este paso mediante el uso de la Inteligencia Artificial, capaz de detectar y cuantificar los daños de un vehículo o de toda una flota de leasing en tan solo unos segundos.
La inteligencia artificial de Tchek al servicio de la revolución del automóvil
La Inteligencia Artificial no sólo ahorra tiempo al arrendador y al arrendatario, sino que también genera una verdadera confianza entre ambas partes. La neutralidad del proceso se hace incuestionable y la transparencia total gracias a la transmisión de los costes de reparación en tiempo real.
Nuestro sistema también es utilizable desde cualquier dispositivo, como un simple smartphone, lo que responde a la necesidad de movilidad de los usuarios actuales. Accesible en cualquier momento y lugar, las limitaciones se reducen considerablemente.
A largo plazo, esta Inteligencia Artificial podría beneficiar a muchos fabricantes de automóviles, así como a las compañías de seguros, ya que la imagen y la detección podrían utilizarse como prueba irrefutable en caso de litigio. En caso de accidente, por ejemplo, el informe de daños y el envío de imágenes podrían ser inmediatos gracias al intercambio de datos.
¿No está convencido? Reserve ahora su demostración para descubrir todas nuestras soluciones Tchek.